La iniciativa “Azul, Energía y Agua” pretende alivianar la situación de sequía en la zona.
La Región de Coquimbo es reconocida por desarrollar proyectos que impulsan la producción de energía renovable, entre ellas la eólica y la solar. Sin embargo, las limitaciones de este tipo de fuentes, como la intermitencia de los sistemas, sumado a la compleja sequía que afecta la zona, han hecho necesario avanzar hacia nuevas alternativas, que también vayan en línea con la estrategia nacional de descarbonización de su matriz energética.
En este contexto, la firma estadounidense Oceanus Chile creó el proyecto “Azul, Energía y Agua”, iniciativa que integrará en su funcionamiento tres tecnologías: desalación de agua de mar por osmosis inversa, almacenamiento de energía mediante una central hidráulica de bombeo, y generación de energía renovable.
En detalle, el proyecto pretenderá generar electricidad durante la noche al dejar caer el agua de mar almacenada en el reservorio a una central hidráulica. Una parte del recurso hídrico almacenado será distribuido a una planta desaladora para producir agua para el consumo humano mediante el proceso de osmosis inversa por gravedad, con el objetivo de que el agua del mar sea purificada.
Para funcionar, la planta se abastecerá de energía renovable, permitiendo así disminuir los costos que tradicionalmente encarecen este proceso.
Sobre su ubicación, Joan Leal, gerente general de Azul, explicó que decidieron instalarse en la región debido a sus características geográficas, como son contar con altos farellones de más de 400 metros de altura cercanos a la línea costera.
Se espera que a lo largo de distintas etapas, el proyecto, cuya inversión se proyecta en 500 millones de dólares, pueda producir hasta 1.200 litros por segundo de agua para los habitantes de la región, además de almacenar hasta 185 MW de energía a través de la central hidráulica de bombeo.
En tanto, se estima su ingreso al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental en 2022.
